Para aquellos que tengan pensado irse de viaje próximamente, los ópticos-optometristas aconsejamos una serie de puntos para que el uso de lentillas solo conlleve beneficios, sin importar el tiempo que estés fuera o lo lejos que te vayas:

1) Es fundamental preparar un kit de viaje para el mantenimiento y la higiene de tus lentillas, así como para el cuidado de tus ojos. No olvides incorporar lágrimas artificiales, el líquido de mantenimiento recomendado por tu optometrista, dos portalentillas para tener uno de repuesto en caso de pérdida, tus gafas y un par de lentes de contacto de más aparte de las que seguro que vas a utilizar. Ese kit lo podrás llevar siempre contigo en un bolso o mochila, por si en algún momento tienes algún percance puedas solucionarlo allí donde estés sin tener que volver al hotel. Y no menos importante… ¡ni se te ocurra limpiar las lentillas o el estuche con el agua del grifo!

2) Si viajas al extranjero, sería muy útil tener información sobre tu graduación, las lentillas que usas, el tipo de problema de refracción que tienes…sobre todo lo que implique el uso de un lenguaje técnico que sea difícil de encontrar. Para ello saca una foto del frontal, la trasera y los laterales de las cajas de envase de tus lentillas. Aunque no lo vayas a utilizar, solo tardarás cinco minutos en hacerlo y te dará seguridad ya que en ellas están muchas especificaciones técnicas de utilidad. También sería conveniente tener el teléfono o el correo electrónico de tu óptico-optometrista para poder preguntarle posibles dudas que puedan surgir.

3) Aunque uses lentes mensuales, en vacaciones o viajes se recomienda el uso de lentillas diarias desechables debido a lo fácil que son de usar y que no necesitan una higiene minuciosa, ya que al final del día solo tienes que quitártelas y, al día siguiente, utilizar unas nuevas. Son aconsejables sobre todo para actividades acuáticas en donde es muy fácil perderlas (playa, surf, náutica) o hay mucho riesgo de infecciones (piscina) y para viajes cortos y en los que haya bastante movimiento y falta de tiempo para una adecuada limpieza,

4) Adáptate con antelación a las diferentes circunstancias del viaje para que nada te impida disfrutarlo al cien por cien. No olvides llevarte tus gafas de sol homologadas de calidad y tus gafas de sol graduadas por si algún incidente te obliga a no usar las lentillas. Recuerda que sea la estación que sea son necesarias para cuidar nuestros ojos de los rayos ultravioletas nocivos del sol. Del mismo modo, si vas a practicar algún tipo de deporte o actividad acuática, no te olvides llevar gafas de buceo o gafas especializadas graduadas para uso en medios acuáticos. En estos casos es preferible no utilizar las lentes de contacto para evitar el posible contacto con el agua salada o el cloro de la piscina, que pueden tener bacterias.

5) En cuanto a los medios de transporte, evita el uso de lentillas en ellos, sobre todo si vas a pasar un tiempo considerable encerrado o si te sueles quedar dormido. Además, es aconsejable que guardes en la bolsa de mano, no en la maleta, un portalentillas, solución de mantenimiento y lágrimas artificiales, por si existe algún problema o surge alguna incomodidad en los ojos o tus maletas se pierden o se retrasan, solucionarlo sin problemas. No olvides informarte de las medidas permitidas en líquidos, sobre todo si viajas en avión.

¡Si no las usas ya, atrévete a usar lentillas en tus escapadas y así podrás apreciar los paisajes de manera panorámica sin preocuparte de incomodidades y realizar cualquier actividad sin miedo a que se te caigan las gafas!

Fuente: COOOA