.

REPRESENTACIÓN PICTÓRICA DE LA CATARATA

- Categorías : Otros

La catarata es una condición que se produce por el envejecimiento del ojo, razón por la que aparece en personas mayores de 60 años mayoritariamente. También hay que tener en cuenta que las cataratas pueden aparecer en personas más jóvenes e incluso puede aparecer cataratas de nacimiento. No obstante, las cataratas se solucionan con cirugía. A continuación, vamos a describir los síntomas principales que provocan las cataratas apoyándonos en diversas obras pictóricas:

El síntoma más significativo por parte de los pacientes es la sensación de borrosidad en la visión. El escritor y pintor Wyndham Lewis dejó por escrito, la sensación de neblina que afecta a los pacientes con cataratas: “lo que me preocupa es esta niebla marina que no se va de mi barrio, ni de la ciudad. Tardé un tiempo en comprender que esta niebla no era atmosférica sino de mis ojos, perder la vista es como estar, mentalmente, en un mar de niebla”.

Richard Liebreich, reputado oftalmólogo alemán de finales del siglo XIX, fue uno de los primeros en relacionar este síntoma de borrosidad con la obra pictórica de un artista. Concretamente del inglés Joseph Mallord William Turner. Comparando obras de su juventud con otras de su edad madura hizo responsable del cambio en el dibujo y en el uso del colora a la presencia de cataratas.

CAMBIOS EN LA PERCEPCIÓN CROMÁTICA

Claude Monet fue un artista principal del movimiento impresionista. En su caso, su obra nos servirá para explicar otro de los síntomas típicos que sufren las personas con cataratas nucleares: la alteración de la visión cromática. Las personas que sufren este tipo de cataratas desarrollan una especie de filtro amarillo en su lente natural, lo que provoca la visión más acentuada de los colores cálidos y una muy deficiente percepción de los tonos fríos, como los azules o los violetas.

Todos los colores tienden a amarillear y así el rojo tiende al anaranjado y el blanco deja de serlo para percibirse como ligeramente amarillo. El dr. Jean Rebière, médico de la familia, le diagnosticó cataratas bilaterales a Claude Monet. Aunque varios oftalmólogos le recomendaron operarse, otros carecían de esa opinión. Monet retrasó al máximo la cirugía, ya que según sus palabras "La operación no es nada, pero mi vista después estará completamente cambiada, algo que para mí es crucial, porque ahora más que nunca, y pese a mi pobre vista , tengo necesidad de pintar y pintar sin cesar". Para Monet era muy importante seguir viendo como antes, y que no le interfiriese demasiado en su manera de pintar, llena de formas imprecisas y difuminadas, dejó que las cataratas avanzaran. El problema llegó cuando la evolución de la misma empezó a originar problemas con la correcta identificación de los colores. En 1915 afirmaba que "los colores no tienen la misma intensidad, los rojos empiezan a parecer marrones, mis pinturas oscurecen cada vez más". La dificultad para ver los colores se fue agravando, al igual que su agudeza visual. Por eso, cambió hacia obras de mayor tamaño, con una única pincelada y a una clasificación ordenada de los colores, que colocó y etiquetó para no cometer errores.

Otro de los efectos perniciosos de la catarata que se comprueba en Monet es la existencia de una fuerte fotofobia, provocada por la dispersión intraocular de la luz en el cristalino esclerosado. En una carta a su amigo Gelfroy, el 11 de julio de 1920, confiesa lo siguiente: "Mi vista me impide trabajar fuera, como siempre lo he hecho". En otro momento también ha comentado que "he dejado de trabajar en las horas luminosas y brillantes del día"; sin duda, por las molestias que le provocaba. E, igualmente, cuando las cataratas avanzaron lo suficiente para perjudicar notoriamente su visión, refirió el clásico síntoma de la borrosidad generalizada: "Mi pobre vista me hace ver todo rodeado de niebla" (diciembre de 1922). Finalmente, Monet se operó de cataratas en su ojo derecho en 1923..

El problema artístico que tuvo Monet a partir de entonces fue que, con el ojo operado, al haber perdido el filtro natural del cristalino, sufrió una cianopsia que le tiñó toda la gama de colores de azul y violeta. Esta sensación contrastaba poderosamente con su visión de los colores de su ojo izquierdo, con cataratas, donde dominaban los tonos cálidos. El efecto tan distinto y desconcertante que sufrió Monet quedó reflejado en su serie de cuadros titulados La casa de Giverny desde el jardín de las Roses (1923), donde vemos cómo pintó un cuadro con su ojo recién operado y otro similar con el ojo cataratoso. En el primero es evidente el uso desmedido de los tonos fríos, mientras que en el segundo los mismos desaparecen completamente.

CAMBIO REFRACTIVO

En muchos casos,otra consecuencia de sufrir cataratas es el cambio de graduación, pudiendo producirse tanto una miopía como una hipermetropízación de nuestra visión. En elcaso de las cataratas corticales es común que las personas que la sufren se hipermetropicen, mientras que, en el caso de las cataratas nucleares, debido al cambio del índice de refracción de la lente por el incremento de la densidad del núcleo, los pacientes se miopizan.

Este parece ser el caso que vemos en la protagonista de la obra de Gerrit Dou, pintor holandés especializado en las pinturas del estilo barroco, sus obras se caracterizan por marcados claroscuros, como en la obra elegida. Una obra anterior de Rembrandt datada hacia 1625 y conservada en Wilton House,Wiltshire (Inglaterra) nos muestra a su anciana madre leyendo con unos anteojos un pesado libro, talcomo correspondería a una anciana con presbicia. Ahora bien en la obra de Dou, la anciana está leyendo un libro a una distancia excesivamente corta para su edad, Con una acomodación mínima debido a la presbicia, no podría leer letras tan pequeñas sin gafas a esa distancia. La única manera de que pueda leer de esta manera es por una miopía, la cual podemos aventurar como secundaria a una posible catarata nuclear.

OPACIFICACIÓN DEL CRISTALINO

Por último, uno de los signos más característicos de la catarata cortical madura es el de la opacificación del cristalino, el cual se ve blanco. Es común a los pacientes con cataratas muy avanzadas poder ver el cristalino blanco a simple vista, sin necesidad de observar el ojo a través de la lámpara de grieta. Una obra pictórica donde podemos ver este signo es en el autorretrato que realizó Picasso en 1907.

En este caso, el autor no sufría ningún tipo de catarata en el ojo izquierdo, donde aparece con la pupila blanca, sino que se trataba de la plasmación de un reflejo luminoso. Sin embargo, nos sirve perfectamente para ilustrar el aspecto externo que tiene una catarata madura. Este autorretrato lo realizó Picasso cuando tenía 26 años y se puede apreciar la transición hacia su etapa cubista, que le haría mundialmente famoso. La geometrización del rostro y la influencia del arte primitivo africano hacen que su retrato sea poco naturalista y más parecido a una máscara tribal, tal y como indica Rousseau en su día”. Según comentó Picasso años más tarde, la razón de su cambio estilístico fue porque “entendí que todo ya estaba hecho. Uno tenía que lograr una ruptura, hacer una revolución y empezar de cero” Esta frase es una genial alegoría para describir lo que se encuentra el oftalmólogo cuando ve una catarata madura. Debe realizar una ruptura, hacer una revolución en ese ojo y empezar de cero con una nueva visión

Productos relacionados

Artículos relacionados

Share

Añadir un comentario

0